
Adolfo Bellocq
Técnica: Xilografía
Fecha: Posiblemente entre los años 1917-1929
Descripción
Esta obra de Bellocq es de un amplio contenido. A primera vista uno puede observar fácilmente a una mujer desnuda que sujeta levemente a un águila, y al fondo unas montañas. Si uno se detiene a observar más detalladamente, encontrará unas figuras oscuras de aborígenes, algunos de pie y otros sentados; a los pies de la mujer un remolino de agua, y a la altura de sus rodillas un pescado que se camufla en las aguas. Incluso encontrará a un perro en el margen inferior izquierdo, el cual está siendo acariciado por un aborigen o el cual está siendo ofrecido por el mismo un palo o algo por el estilo.
La obra contiene muchos detalles pero que no pueden visualizarse demasiado, sea porque carecen de color o no estamos acostumbrados a ellos porque normalmente no los vemos, como en el caso de ese objeto que parece ser un SIKU (instrumento característico de nuestros aborígenes) en el margen superior izquierdo.
Si nos adentramos en lo que son las calidades sensibles de esta obra, en cuanto a las líneas en general, estas son más que nada rectas si nos ponemos a apreciar los cortes de las montañas, los rasgos duros de los aborígenes, sus bastones, etc. Las líneas son curvas por sobre todo en la mujer desnuda y los animales (perro, águila, pescados). No hay mucho detalle en las distintas formas. Todo es muy limpio, como si no se le hubiera puesto verdadero énfasis en la figura en sí, sino en realidad a lo que la obra en su totalidad quiere expresar, un significado que se encuentra entre todo lo que compone a esta xilografía.
En cuanto a la iluminación, donde hay más cantidad de luz es en la mujer. Luego se utiliza una línea de contraste blanca, diferenciándose del post-impresionismo cuyas líneas de contorno eran negras, y muestran la luz y profundidad en las figuras. Por ejemplo, en los pies aborígenes, en todo su cuerpo, se puede observar esa delimitación de blancura, de luz.
Se utiliza la superposición de planos. Uno puede distinguir que el perro se encuentra delante del aborigen, que a su vez éste se encuentra delante de la mujer, y ésta de las montañas y el paisaje andino del fondo.
Las proporciones de los aborígenes son reales, así como los de la mujer, aunque estos de alguna forma parecen caricaturizados, son demasiado limpios, perfectos. En cuanto a la escala de los humanos en proporción al paisaje, es real, y las montañas, por ejemplo, se van haciendo más pequeñas a medida que se van alejando; aunque es confusa la forma en que interactúa la mujer con el agua, se mezcla, inmiscuye con ella.
Esta obra probablemente conste de cierto relieve, ya que debido a la prensa entre la madera tallada y el papel elegido, se efectuará cierta presión que hundirá en determinadas partes de la obra al papel; pero esto no podrá notarse con una simple copia de la obra, sino tocando el grabado original.
Y esto nos conduce a las cualidades técnicas de la obra de Bellocq. Como ya mencioné antes, la técnica que se utilizó es la XILOGRAFÍA.
La xilografía es una técnica de impresión basada en una plancha de madera cortada a fibra, la cual se talla a mano con un cincel o buril. Obtenido el dibujo o el texto, se impregna con tinta y se lo presiona contra un soporto (en este caso, papel seda) y así se obtiene la impresión del relieve.
Análisis Formal
Hay muchos objetos en esta obra; varias personas, plantas, animales, agua, montañas, cielo. Si bien es una obra bastante cargada, tiene equilibrio.
La mujer, desnuda y blanca, se encuentra en el centro, esbelta, y ella es el punto central de la obra, el eje simétrico. Si uno dividiera en dos esta xilografía, encontraría equilibrio en ambas partes, los pesos proporcionados.
El punto de fuga se encuentra allí donde se unen las montañas por ambos lados, detrás de la joven, creando una perspectiva, además de la superposición de planos anteriormente nombrada.
Se crean ciertos patrones repetitivos, como por ejemplo en las montañas, si observamos los pies de las primeras dos de la derecha, o esos límites cortantes de las montañas del sector izquierdo.
Otro patrón que se repite es el de los rostros de los tres aborígenes de la derecha, sorprendentemente son prácticamente iguales.
En cuanto al movimiento, éste más que nada se encuentra y es creado por aquellas aguas a los pies de la mujer, que se arremolinan, así como en el cielo hay un juego de luz y sombras que parecen ser el viento, el movimiento de las nubes.
Todo lo demás parece ser bastante estático, como las posturas de los aborígenes, algo rígidos, exceptuando los cabellos de la mujer. Estos inspiran movimiento al ser volados por el viento.
Al ser esta obra únicamente blanca y negra, se crean fuertes contrastes en las figuras. Por ejemplo, el rostro de la mujer y aquella sombra que se extiende en su mejilla para marcarle más los rasgos y los gestos. Las líneas blancas de contraste se encuentran en los contornos de todas las figuras (no la de la mujer; en los sectores de luminosidad, las líneas de contraste son negras; en las partes oscuras, como cuando el pescado la intercepta, las líneas son blancas).
Por último, se puede decir que el elemento más enfocado es la mujer desnuda, mientras que el agua que la rodea se encuentra más esfumada, así como las montañas más lejanas.
Interpretación
Si uno observa la obra por primera vez, lo primero que nos llama la atención es la mujer desnuda que sostiene sutilmente al águila. Luego, comienza a observar lo que la rodea. Aborígenes a los costados, un paisaje andino por detrás, un lago o río que la rodea y a abraza.
¿Qué puede significar todo esto?
Los aborígenes, sentados, de pie, observan a la mujer casi ceremoniosamente, como postrándose ante ella, demostrándole su respeto. Ellos oscuros, como el paisaje que los rodea, como si fueran parte misma de la tierra. Y ella blanca, esbelta, envuelta en toda esa naturaleza, las aguas y los peces a sus pies, los vientos que se arremolinan. Y su cuerpo desnudo, son grandes pechos, símbolo de la fertilidad. Todo ese clima, ese contexto, toda esa escena nos indica probablemente que es mujer es la PACHAMAMA, la “madre Tierra”, representada con el cuerpo de una mujer. Y por eso los aborígenes están allí como postrándose, porque le están rindiendo su respeto a la tierra.
Por eso encontramos peces en sus pies, el agua que la rodea a la altura del abdomen, los cabellos que se vuelan con el viento. Porque ella es el conjunto de todo eso.
Y ella pareciera estar hablándole al águila, comunicándole un mensaje que deberá propagar a todos los seres.
Encontré un libro interesante, donde hallé una cita que es bastante adecuado a esta obra:
“Enseñar a nuestros hijos lo que les hemos enseñado a nuestros hijos: que la tierra es nuestra madre. Todo lo que afecta a la tierra afecta a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen el suelo, se escupen a sí mismos.
Esto sabemos: la tierra no pertenece al hombre, el hombre pertenece a la tierra.
Esto sabemos: todas las cosas están ligadas como la sangre que unifica a una familia. Todas las cosas están empalmadas.
Lo que le pasa a la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida: es apenas una hebra de ella. Todo lo que le haga al tejido, se lo hará a sí mismo.”
CARTAS POR LA TIERRA- MENSAJE DEL CACIQUE
SEATTLE, PÁG. 43.
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Adolfo Bellocq, nacido en 1899 en Buenos Aires y fallecido en 1972, se destaca como grabador. Perteneciendo al Grupo Boedo, en sus obras predominan temas históricos, realistas de actualidad y alegorías, combinados con elementos fantásticos. Muestra en sus grabados su posición ideológica.
En muchas xilografías trata temas americanistas, como en la obra que estoy analizando. Grabados de aborígenes, gauchos, y probablemente nos esté intentando transmitir algo. Quizás el no olvidar lo que es originario y original de América, cosas que no debemos olvidar ni reemplazar por lo que es de afuera, lo extranjero.
Y quizás eso nos intenta transmitir en esta obra, a nosotras con nuestras costumbres europeas: el respeto a la tierra que nos fue entregada con todo lo que la compone.
Juicio
Si nos ponemos a analizar el contexto en el que se encontraba Bellocq, si observamos que éste nació cuando ensayistas como José Martí escribían sus grandes ensayos como “Nuestra América”, y que Bellocq pudo perfectamente criarse y nutrirse de ellos, no es descabellado que el mismo realizara estos grabados con temas tan particulares, como lo es el de la obra que he analizado.
El paisaje andino característico de nuestro país y América, los aborígenes, la pachamama, temas ocultos e ignorados por muchos de los que componían nuestro país es esa época, y aún lo componen; tratados por Adolfo Bellocq, realizando al fin y al cabo, una crítica a la sociedad.
Este grabado es una obra sobria en el sentido de que carece de color justamente por la técnica en la que está realizado, pero verdaderamente, a pesar de esto, no deja de expresar y transmitir mensajes de enseñanza para un pueblo.
Es una obra completa, que requiere de cierto análisis y observación, casi como en el surrealismo, y también como éste, deja al espectador una libre interpretación de lo que está grabado en el papel. Verdaderamente, nada de lo que compone esta obra parece estar de más.
Por Luz Olivares
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