sábado, 17 de noviembre de 2007

Modernismo

CIUDADANO KANE
(Orson Welles)



Director: Orson Welles
Año de Producción: 1941
Guión Orson Welles y Herman J. Mankiewicz
Duración 119 min.
Intérpretes Principales: Orson Welles, Joseph Cotton y Dorothy Commingore.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Banda de sonido: Bernard Herrmann


Observación y Análisis

Esta película expresa quizás cómo, a pesar del poder, de una posición económica elevada, del dinero, el ser humano siempre termina volviendo a sus raíces, recordando su pasado y tiempos de inocencia quizás como los momentos más significativos de su vida.
El argumento trata de cómo un periodista comienza a investigar la vida de Charles Foster Kane (uno de los hombres más ricos del mundo, poseedor de una gran cadena de periódicos) a través de testimonios de gente cercana al multimillonario y de documentos archivados, para poder así llegar a descifrar el significado de sus últimas palabras antes de morir: “Rosebud”.
El Ciudadano Kane está considerado el film inaugural del cine moderno, y recibe herencias del expresionismo alemán en cuanto a la iluminación y la fotografía. Esta película, considerada como una de las obras maestras del cine del siglo XX, es de género dramático.
Ella reúne muchísimos recursos y efectos. Por ejemplo, el efecto grúa, en la escena en que nos presentan “El Rancho” donde reside Susan Alexander Kane. La grúa traspasa el cartel de la hostería y se acerca cada vez más al vidrio del techo del lugar donde se encuentra Susan bebiendo.
Luego, el efecto de fundido de tomas se encuentra todo a lo largo de la película. Un ejemplo, es al principio, cuando se muestra Xanadú en penumbra, y se van fundiendo imágenes del palacio en otras imágenes. Otro es cuando Jedediah Leland, amigo de Kane, cuenta cómo las cosas comenzaron a ponerse feas en el matrimonio de Charles, y entonces van mostrando los desayunos que la pareja va teniendo a lo largo de los años. Cuando termina esta escena, la imagen se va fundiendo lentamente y aparece la figura de Jedediah viejo, sentado en el hospital. Por un momento, ambas imágenes se fusionan y pareciera que están todos, Kane y su mujer y Jedediah en la misma habitación.
En esta misma escena del desayuno del matrimonio Kane, se utiliza otro recurso, en el que se acelera una grabación, mucho, a tal punto que ya no se distingue nada por la velocidad en la que corre. Esto lo usan para demostrar el paso del tiempo.
En cuanto a la iluminación, utilizan muchas ventanas en el techo y transversales, que iluminan sólo una parte de la habitación, sólo lo que se quiere, dejando lo demás en penumbra; así es como muchas veces no se ven más que las siluetas de las personas, como por ejemplo, en la Oficina Thatcher, donde el periodista va a leer la parte del diario del banquero que se refería a Charles Foster Kane para intentar averiguar el significado de Rosebud, en la sala donde se sienta a leer hay una sola ventana que ilumina la sala y se encuentra en el techo, y el rayo de luz, da únicamente a la mesa; todo lo que no se encuentre en esa mesa se le ve únicamente la silueta.
Algo muy inusual para ese entonces era el uso de la escenografía techada. Antiguamente solo se ensamblaban dos paredes sin techo y jamás se filmaba en ángulo supina. En esto se diferencia Ciudadano Kane.
También se utilizaron mucho los flashbacks, y la historia en sí no es contada cronológicamente, si pensamos que la película comienza con la muerte de Kane.
Otro recurso es el de los reflejos y los espejos; éstos pueden llegar a pasar desapercibidos, pero se utilizan incontables veces. Ejemplo: Jed Leland reflejándose en el vidrio del auto, el Sr. Bernstein reflejándose en el vidrio de la mesa de su oficina, las mujeres y Charles bailando reflejándose en la ventana mientras el Sr. Bernstein y Leland hablan sentados en la mesa, Kane reflejándose en los dos espejos del pasillo de su palacio, creando así muchísimos reflejos de sí mismo, entre otros.


En la película, en la que se va narrando la vida de Kane, se mencionan sutilmente situaciones que podrían ubicarnos en el contexto que se encuentra. Por ejemplo, en la primera parte de la película donde podemos ver el noticiero que narra a grandes rasgos la vida y muerte de Kane, se dice en un momento que el mismo apoyó la inclusión de EEUU en la 1ra. Guerra Mundial, y que hizo lo contrario con la 2da. Guerra Mundial. De la misma forma se nos hace mención del cierre de algunos diarios que tuvo que clausurar el millonario debido a la gran depresión del 29’.
Podemos observar a una sociedad americana con miedo. A todo lo que fuera distinto se lo acusaba de “¡Anarquista!”, “¡Socialista!”. Incluso a Kane se lo acusó un par de veces de anarquista. Una sociedad que le daba exclusiva importancia al poder de los diarios y la comunicación. Una sociedad que se juntaba en masas con fines políticos.
Y en ese contexto aparece la figura de Kane, un hombre poderoso dueño de un diario que comenzó siendo insignificante, fue adquiriendo gran importancia en las masas populares y terminó perdiendo credibilidad debido a deformaciones de la verdad o mentiras (como en las críticas acerca del canto de Susan Alexander Kane -la 2da. Mujer de Charles Foster-, que le siguieron a la primera crítica que fue la única fiel a los hechos).
Y en este diario aparecen las figuras del Sr. Bernstein, el administrador general del diario y de Kane, y el “mejor amigo”, Jedediah Leland. Ambos lo acompañaron en la inauguración del nuevo dueño del Inquirer y a lo largo de los años.
El Sr. Bernstein se caracterizó por su fidelidad y lealtad hacia Kane, sin cuestionarle jamás nada en vida. Jed Leland, el amigo, fue varias veces franco y hasta cruel con su amigo, refregándole por momentos la verdad que Kane se negaba a ver.
Con el paso del tiempo, el diario The Inquirer publicó los dos casamientos de su director. El primero, con Emily Monroe Norton, la sobrina del presidente de EEUU; y el segundo con la “cantante” Susan Alexander.
La primera, una mujer fina perteneciente a una alta clase social, se divorció al hacerse público el romance que tenía Kane con Susan Alexander. De todas formas, ya se notaba cierto distanciamiento entre la pareja ya que en primer lugar, Charles pasaba demasiado tiempo fuera de casa en el diario (en el diario, y probablemente, en la casa de Susan); y en segundo lugar, Charles atacaba varias veces al presidente de la nación en las publicaciones, siendo éste mismo el tío de su mujer. Esto provocaría distanciamiento y frialdad entre los dos, haciendo que incluso Emily no leyera más el diario de su marido y comprara el Chronicle, la competencia del Inquirer.
La figura de Susan Alexander es casi tragi-cómica. Aparece en la vida de Kane casi por casualidad, y lo importante es que nació de ella el acercarse a él, no viceversa. Esto nos define mucho la personalidad de Charlie. Espera demasiado de los demás, quiere obtener el amor, el afecto y el aprecio de todos, mientras que él en realidad no da nada. El dinero, los objetos materiales, nada significan para él; podrá dar mucho de esto a los demás, pero nada de lo que en realidad le importa.
Y así es como crea una opera house (la cual se inauguraría con el canto de Susan Alexander, sometiéndola a la humillación y a críticas severas que se burlaban de su canto y actuación) y el palacio Xanadú americano; son inmensos proyectos, muchísimo dinero, pero poco le importarán realmente al millonario.
Tal es como en el momento de su muerte, sus últimas palabras son “Rosebud”, que es a fin y al cabo el trineo con el que jugaba de chiquito y con el que había pegado al banquero Thatcher cuando estaba apunto de separarlo de sus padres; no fueron “Emily”, ni “Jr” (su hijo muerto), ni Susan, ni Xanadú, ni Inquirer. Todas aquellas posesiones no significan nada para él en sus últimos momentos de vida, sólo recuerda aquellos momentos en que aún vivía con su madre y jugaba tranquila e inocentemente con su trineo en la nieve.

Una de las escenas más significativas a nuestro parecer, es, sin irnos demasiado lejos, la escena Kane siendo chico y todavía viviendo en la casa con sus papas. Es importante, porque vemos por primera vez su trineo Rosebud. Al ver por primera vez la película quizás no nos damos cuenta, pero ya a la segunda, podemos observar que el director le pone énfasis al trineo en la escena, realizando por ejemplo, primeros planos. Un efecto novedoso de esta escena es cómo la cámara traspasa las paredes. La cámara está filmando adentro a la madre, y cuando esta grita “¡Charlie!”, llamando a su hijo que se encuentra afuera, la cámara realiza un paneo en el que traspasa la pared para filmarlo al chico afuera jugando con la nieve.

Otra escena interesante es la del momento en que Emily -su primera mujer-, descubre que Kane la está traicionando con otra mujer, y se dirigen a la casa de Susan para desenmascarar todo el asunto. Allí se encuentra Susan acompañada por Gettys, el gobernador de Nueva York y competencia política de Kane. Este hombre estaba detrás de todo el asunto, ya que amenazó a Kane con publicar su romance con Susan en los diarios en caso de que no renunciara a las elecciones que ya estaban por llegar. Hizo esto por el temor a perder su puesto político y a su vez de ser acusado y castigado por numerosos delitos que Kane se encargaría de esclarecer. Es una escena bastante violenta y fuerte. Aquí empezamos a comprender cómo es Charles. Él quiere ser dueño de la opinión pública, él quiere ganar a toda costa las elecciones; no le importa que su matrimonio se destruya ni que su hijo lea en los diarios la historia que tiene con Susan Alexander. Un efecto interesante que se usa al final de la escena, hace que la última toma que es de la casa de Susan cuando Emily y Gettys acaban de retirarse, sea la imagen de la primera plana de los diarios que cuentan las nuevas noticias del romance de Charles Foster Kane. Esto suele realizarse mucho en la película.
Podemos mencionar otra escena, del final de la película, cuando Susan abandona a Kane en el palacio Xanadú, y éste loco, encolerizado, comienza a destruir todo la habitación. No podemos olvidar la increíble actuación de Orson Welles en esta escena, y ese inolvidable rostro de nostalgia cuando toma la bola de cristal que le hace recordar a su casa y a Rosebud. A esta escena, le sigue otra, en la que, con la bola de cristal en la mano, y los criados observando, Kane se aleja de la habitación destruida y camina por los inmensos pasillos de su palacio. Aquí, como en varias otras escenas, recurren a los efectos de los espejos y reflejos. Por lo visto, Kane camina por un pasillo en el cual hay un espejo en cada pared, por lo tanto cuando pasa por ellos, podemos verlo a él, caminando, infinitamente solo.


Juicio

Verdaderamente esta película es completamente merecedora de los honores que ha sido otorgada. Comenzando con un guión impecable e intrigante hasta el final; la excelente actuación del elenco, especialmente la de Orson Welles -si tenemos además en consideración que él al hacer esta película tenía nada más que 25 años, y él no solo la dirigió sino también actuó de un personaje en todas sus edades, cuya personalidad es complicada y no del todo determinada-; la increíble cantidad de recursos y efectos cinematográficos; y la forma original de narrar esta historia, hacen de esta película, una obra más que completa.
Uno ve la película por primera vez, y le faltan ojos para mirar todos los efectos. También sucede quizás que al alterar tanto la línea de la historia, uno se pierde un poco en lo que se refiere a ella, pero siempre de alguna forma uno vuelve a retomar. Podría decirse que esta es una película para ver más de una vez debido a lo rica en efectos e incluso en diálogos que uno no da importancia pero son en realidad de suma relevancia para comprender la película en su totalidad.
Realmente es una película triste, muy profunda, que habla en gran medida de la naturaleza humana. Uno termina de ver Ciudadano Kane y queda con una sensación extraña. Por una parte, con un gusto amargo por la tristeza de un hombre que vivió al fin y al cabo solo, que derrochó millones y millones de dólares sin preocuparse ni un poco, y que encontraba en su trineo de la infancia su único motivo de felicidad y desesperación, lo único realmente puro que no estaba contaminado por lo material y superfluo, cosas que lo rodearon siempre desde que abandonó su casa materna. Y por otra parte, el espectador queda conforme, golpeado, pero conforme ya que si uno lo analiza bien, el final no puede tener más sentido ni lógica. El hombre que tiene todo, no busca más que aquello que lo hizo feliz en sus primeros tiempos de vida, tiempos de inocencia.


Por Camila Chiara y Luz Olivares

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